Nigel Barley se doctoró en antropología social en Oxford. Posteriormente, allí trabajó unos años. Relata que su carrera iba bien, pese un detalle. Era el único investigador de su departamento que no había salido de viaje. Peor aún para un antropólogo: no había conducido ninguna investigación de campo en sitios muy valorados por sus colegas, como África, Amazonas o Ásia. Ante la presión social, se declinó por estudiar a los dawayos, en Camerún, metido en una choza de barro.
La gran singularidad de los dawayos es el hecho de que no se adaptan a ninguna norma social. Bien es cierto que no he venido a ningún sitio inhóspito, ni soy antropólogo, ni siquiera he sido obligado a hacerlo, pero tengo que decir que normas, por aquí, no faltan. Por ello me ocurre la duda: ¿qué haría una dawayo si estuviera aquí?
Ciertamente se saltaría la cola de la inmigración. Una hora y media de espera por un sello en un pasaporte es demasiado, aunque creo que un dawayo ni siquiera viajaría con un pasaporte. Mucho menos soportaría el orden implícito del metro. Todos caminando por la izquierda, dejando los que tienen prisa pasar por delante. Tampoco creo que soportaría la excesiva cantidad de placas advirtiéndole para tener cuidado con el escalón de delante, que uno tiene que cruzar la calle por el paso de zebras, que no debes hablar alto, que tienes que tener cuidado con el agua “muy caliente” del grifo, … definitivamente – pensaría el dawayo -, ésta es una civilización muy exótica.
Temperatura (en la llegada): 10 ºC
Viento: “frequito”
Posibilidad de lluvia: 120%
PD: Después de su trabajo de campo en Camerún, Barley abandonó la carrera académica. Hoy, escribe ensayos y trabaja en el Britsh Museum.
domingo, agosto 2
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1 comentario:
Disfruta de la estancia, seguro te aportará cosas, buenas o malas, pero cosas.
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