domingo, agosto 30

Day 30 – “Carnival” versus Carnaval

El Carnaval es la fiesta de la carne. Del pecado anticipado a la cuaresma. Pecan, incluso los ateos. Pecan hasta los que no creen en el pecado. Todo está permitido.

El “Carnival” es la fiesta del la liberación. De un barrio mestizo. De los inmigrantes, de los emigrados. Mas ni todo está permitido. Hay orden. Hay policía y delimitación del área.

Carnaval es la fiesta del pueblo, del mestizaje. Del encuentro del rico con el pobre. De la disolución de la dominación. De la ilusión de una igualdad momentánea.

“Carnival” es la fiesta del mestizaje sin mezcla. De los ex-colonizados en la colonia, pero cada uno dentro de su invisible frontera simbólica.

Ambos son en el final del verano. Pero en hemisferios distintos.

El Carnaval termina en el miércoles de cenizas.

El “Carnival”, en un martes normal y corriente.

Los políticos no osan decir al pueblo que no salga a las calles divertirse en el Carnaval; ésta es la fiesta de la muchedumbre.

Las autoridades e instituciones piden insistentemente a los ciudadanos que no acudan a la fiesta del “Carnival”, para evitar la muchedumbre.

En el Carnaval hay “confeti”, “serpentina”. Hay Clóvis Bornay, el Escala G, la Banda de Ipanema, escuelas de samba, tríos eléctricos, frevo y mucho más. Antropología.

En el “Carnival” hay desfiles, comida, música electrónica, crazy parties, cócteles de todos los tipos de drogas sintéticas, hay postmodernidad con una pitada de estudios culturales.

Temperatura: 15 ºC
Viento: moderado
Posibilidad de lluvia: 81%
Tipo de lluvia: tormentas aisladas

sábado, agosto 29

Day 29 – Aporías sobre el Mercado de Camden

1.
El tradicional mercadillo de Camden, surgido a finales de los años sesenta para crear un espacio de difusión a las obras de arte y productos creativos de los jóvenes británicos dedicados a la artesanía, al diseño y afines es un espacio dominado y controlado por los chinos. Cosas de la globalización (I).

2.
Ni sólo del arte vive Camden. Las comidas típicas de diversos países abundan y representan uno de los rasgos que definen el actual Mercado. El puesto gastronómico español, dedicado a la venta de paella, entre otras iguarias ibéricas, lo tiene un italiano que nunca estuvo en España ni tampoco habla o siguiera entiende el idioma castellano. Antes él vendía pizza pero ante la inmensa competencia, decidió diversificar su oferta y aprovechar nuevos nichos de mercado. Cosas de la globalización (II).

3.
Como no pudiera ser de otra manera, hay un puesto dedicado a la culinaria brasileña. Con todo, el manjar estrella allí comercializado es nada más nada menos que el típico dulce portugués “Pastel de Belém”. Cosas de la colonización.

Temperatura: 17 ºC
Viento: soplando fuerte y frío
Posibilidad de lluvia: 56%
Tipo de lluvia: finita

Day 28 – Soy “bi” y no lo sabía

El despacho contiguo al mío comparten 9 doctorandos, entre ellos, un italiano, un japonés y un alemán, Vicenzzo, Satoro y Peter, respectivamente. Forma y apariencia de cualquier chiste. Ambos no suelen ir muy a menudo a la universidad, por motivos bastante dispares.

Vicenzzo, es ante todo un vividor. Vive en Londres. Como causa justificatória a su padre, que le financia, usa la eximente del doctorado. En teoría estudia las representaciones de la mafia italiana en los tabloides ingleses. Pero en realidad, él vive y disfruta del buen vivir en la capital londinense. Conoce – o dice conocer – desde los bajos fondos pasando por el cool del "East Ender" hasta la pijería. Nadie lo duda.

Ya Satoro no viene mucho a la Facultad básicamente por que vive más allá de Wimbledom, es decir, el en quintocoñolabraulio. Pasa por su despacho cuando tiene que recoger libros en la biblioteca o hacer alguna gestión burocrática.

A su vez, Peter suele ser un poco más asiduo que los demás aunque le gusta trabajar en su casa donde dice que está más cómodo. Habla inglés con un marcado acento británico, lo dificulta identificarle como alemán. Pero consume más cerveza que los locales, hito que sólo puede ser atribuido a un germano.

Ayer coincidieron los tres en la universidad, sin ningún de sus otros compañeros de despacho ya que era viernes, previo a las fiestas de Carnaval. Y precisamente a raíz de la celebración del “carnival” empezaron a discutir sobre fiestas y pueblos. Vicenzzo argumentaba que las fiestas sólo valen la pena si hay latinos. Peter, discordaba profundamente mientras Satoro, como sólo podría ser, les miraba sin nada decir.

Como buen italiano, como buen latino, Vicenzzo intentaba hacer prevalecer sus argumentos por la fuerza de sus gestos, el volumen y la elocuencia de su discurso. Con todo, Peter no se intimidaba. No cambiaba su opinión, para desespero de Vicenzzo.

Fue cuando Satoro intervino, después de esperar por más de 15 minutos hasta que le dejasen hablar; como él trabaja con democracia participativa, sugirió que llamasen a más personas para debatir en serio si los latinos son el alma de cualquier fiesta.

A falta de encontrar alguien, calificado, en la universidad en pleno viernes, víspera del carnaval, llamaron a la única persona que aún andaba por allí: yo.

De pronto me explicaron el planteamiento. Más bien Vicenzzo me explicó mientras Peter iba rebajando los excesos argumentativos del italiano. Satoro se mantenía, como sólo podría ser, callado.

Intenté una respuesta tautológica, esas en que hablas y no dices nada. Mal, como no. Vicenzzo se puso nervioso con mi pasividad argumentativa. Peter, con mi poca capacidad para tomar partido. Y Satoro – bueno, como sólo podría ser-, se mantuvo callado.

A no satisfacer a nadie con mi respuesta o más bien a enfadar a todos con mi respuesta, decidí intentar una nueva vía argumentativa, desvinculando la nacionalidad del concepto fiesta. Fue cuando Satoro me interrumpió – para el asombro de todos -, y propuso una votación, como solo podría ser viniendo de alguien tan afecto al universo “participativo”.

Vicenzzo lanzó la pregunta y el resultado fue un dos a dos. Peter y Satoto, votaron que los latinos son dispensables para la dar vidilla a las fiestas. Yo voté por el contrario, a favor del argumento propuesto por Vicenzzo.

Antes de que Satoro declara el resultado de “empate”, mi colega italiano empezó a cantar la exuberante victoria de su tesis por tres a dos. ¿Pero no éramos apenas cuatro personas votando? Sí, éramos cuatro. Pero según la nueva delirante tesis de Vicenzzo, yo soy “bi-latino”, por ser brasileño y vivir en España, por lo que voté por dos.

Fue cuando entonces empezó una nueva discusión entre Peter y Vicenzzo, hasta que Satoro propuso…y eso que no se trata de un chiste.

Temperatura: 15 ºC
Viento: fuerte y frío
Posibilidad de lluvia: 97%
Tipo de lluvia: tempestades “tropicales”

jueves, agosto 27

Day 27 – Borrachos(as), guarros(as) y gamberros(as).

No, no pretendo hablar de Amy Winehouse, aunque ella aúna las tres características que dan título a esta crónica. Tampoco hablo de mi experiencia personal o empírica. Hablo, esto sí, como observador, o mejor, como vecino del barrio N5.

El camino que lleva hasta el estadio del Arsenal hay una densa concentración de bares y antros de poca o mucha monta. En los días de partido, hay una gran probabilidad que tengas que saltar las vomitadas que dan algo de color y vidilla a las aceras. Eso sí, con independencia del horario del partido. Da igual. A partir de las 11-12h del medio día ya hay borrachos deambulando por el vecindario.

Con mucha frecuencia puedes ver algún hincha salir de un garito, vomitar en la acera y, acto seguido, volver para dentro del bar, para seguir bebiendo. Si el partido es al principio de la noche, sobre las 17h llegan los elementos represores del Estado y empiezan los cacheos, controles de alcoholemia y de drogas. Si te pillan con algún tipo de sustancia psicotrópica, te dan un formulario en el cual advierten sobre la posible infracción penal y una multa. Si te pillan con algo gordo o si estás molestando más que lo tolerado – ya entramos en un terreno poco garantista – te detienen no sé por cuanto tiempo.

Mientras tanto, desde dentro de los bares empiezan los cánticos ‘de guerra’ y de menoscabo al equipo rival, con especial interés a las mujeres y madres del equipo adversario. Igualmente, las mujeres presentes, aunque en menor número, aprovechan la ocasión para también menoscabar el honor de los jugadores adversarios bien como para proferir aporías acerca de las (pocas) dotaciones sexuales de los torcedores rivales.

En medio a este clima de alegría y fraternidad, todos caminan hacia el estadio, cargando sus pintas de cerveza que serán consumidas, por obligación, hasta la puerta del escenario. No falta el que se para por el camino a fin de ingerir algo de comida sólida, al fin y al cabo, ni sólo de cebada vive el hombre.

Posterior al evento deportivo, de regreso a casa, toca siempre destrozar algo del mobiliario urbano - siempre y cuando estén ausentes los elementos represores del Estado- o, en su defecto, dejar una huella de orina, demarcando el territorio. Quizás, con la vana expectación que les ayude a reconocer el camino en una ocasión futura.

Y así, en la tierra de Charles Müller, vivencian, de su particular manera, el balónpie bretón.

Temperatura: 17-18 ºC
Viento: moderado
Posibilidad de lluvia: 93%
Tipo de lluvia: calabobos

miércoles, agosto 26

Day 26 – Pesos y medidas

Sobre mi mesa, a la primera hora de la mañana, encontré un sobre. El remitente era nadie más nadie menos que Ms. Cathy. ¡Suenan todas mis alarmas! Abro la correspondencia antes mismo de encender el ordenador.

Pero antes de cualquier relato, cabe precisar quien es Ms. Cathy. Si Foulcault la hubiera conocido, seguramente no hubiera dicho la tontería de que el poder está en todas las partes y no en un Ente u objeto. Ms. Cathy ES el poder genuinamente encarnado, pulsante. Es lasciva, tiene voz y postura de “comandante en jefe”. Su cargo de “secretaria” del decano poco importa. Le queda corto. Seguramente ella manda más que el decano. De hecho, ella es la verdadera autoridad académica.

Y eso me quedó claro desde mi primer día, cuando para entrar en la Facultad, presenté una carta firmada por mi tutor y el decano. Tardé más de 30 minutos en pasar por todos los controles de seguridad hasta que me registraron y me entregaron un pase provisional. Una vez dentro del edificio, en aquella ocasión, mi tutor me llevó hasta la mesa de Ms. Cathy. Ella me miró de reojo y sonrojó cuando mi tutor la presentó – con toda la razón del mundo - como la mujer más importante de toda Facultad. Con una carta suya, en menos de 1 hora yo tenía listo el carné para entrar directo al edificio, el pase para usar la biblioteca, una estación de trabajo, un usuario de red y las llaves de mi despacho. No sé si Ms. Cathy leyó a Maquiavelo ni si conoce las teorías de los spin-doctors, pero el hecho es que nadie hace nada sin consultarla y todos los que tienen algo que hacer siempre terminan por acoger lo que ella sugiere, por no decir determina.

En su misiva, Ms. Cathy me encaminaba un formulario que yo debería rellenar y devolverle, lo más pronto posible (léase en unas horas, como mucho). Empiezo a contestar inmediatamente el cuestionario. La información solicitada en las primeras preguntas era relativamente sencilla. Los datos personales de siempre, alguna que otra precisión sobre mi residencia y estancia londinense, raza y etnia, discapacidades, enfermedades congénitas y ahí empezamos con líos.

Después de un interminable interrogatorio sobre todo mi historial médico y de mi familia, venían preguntas específicas sobre mi constitución física, tales como altura (en ¡pulgadas!) y peso (en libras), entre otras. Por ahorrarme las reglas de tres, osé poner las medidas en el sistema métrico internacional. Sí, intenté aplicar el personaje despistado. Mal asunto.

Al devolverle cuestionario, en menos de 15s Ms Cathy ya había detectado mis errores en las unidades de masa y longitud. Me comentó, con un aire profesoral, que una libra equivale a 0,4536 kg y que una pulgada equivale a 2,54 cm. Intenté bromear diciendo a Ms. Cathy que una libra, para mi, equivalía a 1,25€. No le gustó - para nada - mi chiste. Fue cuando me di en la esdrújula situación de tener que hacer las cuentas al pié de su mesa, sin calculadora ni cualquier tipo de ayuda o chuleta, como el los tiempos del colegio. ¡Castigado! Y todo ello por creer que podía torear el poder en el mejor estilo latino. Pues no.

Temperatura: 15 ºC
Viento: Soplando frío
Posibilidad de lluvia: 120%
Tipo de lluvia: calabobos.

martes, agosto 25

Day 25 – De las vainas a los óvulos

Los momentos de soledad son complicados. Cuesta acostumbrase con la ausencia. Es difícil tener que soportar a uno mismo como única compañía. Pero al final, la soledad es la única compañía que nunca nos abandona. Con todo, en su presencia, a veces se hace un silencio ensordecedor.

Y uno busca mecanismos para romper el mutismo de la soledad. Vale cualquier cosa que produzca algún tipo de sonido. Cantar puede ser una opción. Pero a veces uno canta tan mal que asusta hasta la propia soledad. Ante tal ocaso, la radio puede ser una media interesante.

Además de eficaz, uno siempre se sorprende con lo que puede llegar a aprender por las ondas electromagnéticas de la radio. Llevo dos días cenando en compañía de mi mismo y de la edición nocturna de la BBC noticias/ FM.

El informativo tiene una estructura muy sencilla. Los primeros 10 minutos son un apañado de la actualidad política, económica y deportiva. A continuación, entra la previsión detallada del tiempo, algo como 5-7 minutos. Cuando digo detallada, me refiero a algo muy pormenorizado, en sus mínimos detalles. Los 40-45 minutos que quedan sirven para la discusión de un tema cualquiera. Como el “tema del día”. Ayer, este trozo del informativo estuvo dedicado a las vainas y sus variantes, bien como a todos los problemas de la cadena productiva. Supe que gran parte de los frijoles aquí consumidos son cultivados en haciendas situadas en el Kenia.

Hoy, hablaron de óvulos y reproducción asistida. Menuda sorpresa. Después de convencerme de que nada me podría resultar más eficaz que el conocimiento del universo de las leguminosas, he descubierto el fascinante universo de los óvulos y de la evolución de la medicina-genética en materia de fertilidad. Mientras cenaba, he podido aprender mucho tanto sobre el gameto femenino bien como acerca de las dificultades implicadas en los procesos de reproducción asistida. Información muy útil y entretenida sobre como, por ejemplo, se da la formación de los óvulos en el interior del ovario hasta las técnicas más modernas de fertilización in vitro y su relación coste-beneficio. ¡Todo ello en pleno prime time!

Y así fuimos dormir hoy, yo y mi soledad, un poco más cultivados. Quizás un poco de silencio no nos venga de un todo mal.

Temperatura: 18ºC
Viento: brisa moderada
Posibilidad de lluvia: 91%
Tipo de lluvia: showers

lunes, agosto 24

Days 21, 22, 23 y 24

Por motivo de fuerza mayor, estuve fuera del ciberespacio en los últimos 4 días. Pero todo ya ha vuelto a la (a)normalidad cotidiana. Más apuros, actualizados diariamente, a partir de mañana.

Temperatura: estuvo elevada, muy elevada.
Viento: cambiante
Posibilidad de Lluvia: como siempre, elevada.

PD: Rubinho Barriquello (¡que por fin ganó una carrera!), saludando a Paco Camps como si él fuera el Rey y Lewis Hamilton clavando dos besitos en la mejilla de Rita Barberá, situaciones que, por imprevisibles y simultáneas, dejaron ayer atónito al locutor de la BBC que retransmite a la F1. Con todo, me quedé con la duda si la incomodidad del locutor era por la quiebra de protocolo o porque él no tenía ni posible idea de quien eran las “autoridades” que entregaron los premios a los vencedores del GP de Valencia.

viernes, agosto 21

Day 20 – Spanish lunch time

La tentación era mentir o al menor exagerar. Aumentar el mito de los rasgos culturales de los españoles. Mis compañeros de despacho se dieron cuentan que empecé a tardar más en la comida. De hecho, que empecé a comer como díos manda ya que el habito local es tragar un túper o cualquier junk food delante del ordenador, sin parar ni siquiera para tomar la fresca.

El motivo real de mi tardanza – ¡de una cochina hora! – ha sido la visita de María; como ella estuvo haciendo un curso en la St. Martin, quedábamos en un parque, entre mi universidad y la suya, y disfrutábamos de un picnic a diario.

¿Pero que es lo real? Al ser indagado por mis compañeros si yo no prefería hacer como ellos (comer delante del ordenador), les contesté que en España estamos acostumbrados a tomar la comida con más calma. En esto me preguntaron si hacía yo la siesta a diario.

La tentación de mentir o al menos exagerar fue grande. Pensé en decirles que teníamos hamacas por todo el campus de la UAB, sofás y butacas en todas las empresas, que todos hacíamos la siesta a diario. Imaginé a un par de catedráticos echándose una cabezadita en sus despachos. Visualicé un país enteró cerrado mientras la gente comía. Pensé en decirles esto y mucho más. Pero en realidad me sorprendió tanto o más el hecho que me tomasen por “español” y de que un par de guiris formaría una opinión sobre uno de los rasgos culturales españoles por boca de un brasileño, que mi respuesta poco importa.

Temperatura: 23 ºC
Viento: Fuerte
Posibilidad de lluvia: 43%

miércoles, agosto 19

Day 19 – Llegó el personaje que faltaba: “el gordito”.

Sí, Él ya está entre nosotros, pringados, becarios, visitantes y estudiantes de tercer ciclo. Llegó hoy de sus vacaciones, en las que estuvo haciendo innúmeros contactos académicos por toda Europa (España y Portugal incluidos).

No hay buen programa de doctorado ni departamento que se preste, en cualquier país del mundo que no tenga su propio gordito, que muchas veces puede que esté delgado. Con todo, está estadísticamente comprobada la existencia de una relación entre algo de sobrepeso y este personaje. Su sexo, es indefinido. Casi una briofita. Puede que sea chica o chico, fenotipicamente. Pero sigamos llamándole “el gordito”, por el concepto, no por el género.

Por lo general, el gordito es un “notas”. Se hace notar. Por supuesto, no tiene consciencia de clase. Esto sí, le atrae el poder. Cuanto mayor la autoridad académica, mayor la atracción del gordito. Y no medirá esfuerzos para que la autoridad académica le use, aunque sea en menoscabo de sus compañeros. Pero le gusta también el manejo del poder, de que le consideren una autoridad, sea ante alumnos de licenciatura sea ante sus pares. Casi siempre, es ex-alumno de licenciatura de la institución donde ahora hace su doctorado. Invariablemente viene de algún pueblo perdido, pequeño, pero no lejano a los grandes centros.

Ilustremos con un ejemplo. Aquí, los únicos becarios son extranjeros. Los doctorandos pagan un buen dinero en concepto de tutoría y matrícula. Mínimo 4,500£/ año. Pero hay unas deducciones. Entre ellas, las actividades de docencia, como profesor asociado. De ahí el interés en pillar algún grupo o clase. Hoy hubo el reparto de docencia. El gordito pilló tres asignaturas. No sólo le saldrá gratis el curso académico cómo aún cobrará de la universidad. Es el gordito. Será competente. Pero hay compañeros suyos que no consiguieron ninguna asignatura. Apenas sustituciones. Gente muy válida, pero que no ejercitan el modus operandi del gordito.

Este consiste en trabajar más en los pasillos que en los despachos. Saludar efusivamente a la gente. Arrodillar cuando necesario. Estar al menos 12 horas en la Universidad, de las cuales hay que dedicar más del 70% a las actividades de tráfico de influencias. Llevarse bien con todos los catedráticos. Ser amable con los profesores titulares. Y, por supuesto, tutear con los recién doctores.

De momento, no me ha hablado. El ambiente en el despacho está tenso. Él está feliz. Volvió de sus vacaciones y ya tiene financieramente el año resuelto. Pero sus compañeros están a punto de pegarle un par de hostias. Pero al final del día, el gordito siempre resulta ser un tipo útil. Cosas de la vida académica.

Temperatura: 28 ºC (Calor, mucho calor)
Viento: no se hizo notar
Posibilidad de lluvia: 12%

martes, agosto 18

Day 18 – Tasa real de cambio

La pregunta que me planteo es estúpida, ya lo sé. ¿Pero porqué existe una tasa real de cambio si en realidad esta no es real?

Dejar para hacer el cambio aquí es pedir para que lo real te agreda. Porqué aunque la tasa real sea de 1,12€/1£, no la encontrarás. Vale, en ningún lado la encontrarás. Pero en Barcelona encontré a 1,18€/1£. Aquí, te cobran mínimo 1,31€/1£. Y eso que la tasa real no osciló mucho en los últimos 20 días. La City está de vacaciones.

Me imagino que un economista o un ciudadano bien informado podrían articular una respuesta más o menos coherente. Pero el dinero que pierdes explícitamente en las transacciones de cambio es uno de los que a mí más me duelen. Sabes que te están atracando sin apuntarte una pistola y aún tienes que aguantar la sonrisa pícara de la cajera.

Temperatura: 24 ºC
Viento: suave con alguna intensidad
Posibilidad de lluvia: 32%

lunes, agosto 17

Day 17 – Raza y etnia

Mientras me acerco al balcón, la bibliotecaria, Ms Livingstone - la que se parece a Carol de Little Britain – se levanta de su silla y me hace una señal con la mano, llamándome.

- Excuse me, younger. You are Spanish, aren’t you?

- No.

- Gosh!

- Why?

- Well… (time)… could I take a look on your library card?

- Sure.

- Well… (time)… you came from Barcelona, didn’t you?

- Yeah.

- And, so, aren’t you Spanish?

- No. I don’t know were I’m from neither if am I.

- Well… (time)…despite of these personal circumstances, are you Spanish?

- No. Maybe, you could consider me as Catalan among others identities.

- Well… (time)…but you were born in Barcelona, didn’t you?

- No.

- Gosh!

- Why?

- Well… (time)… We’d be pleasure if you could answer an enquire about race and ethnicity; however, to finish the poll’s sample, we’re looking for someone from EU, and...

- Catalonia is one of the EU countries.

- Well… (time)… indeed, are you Spanish, aren’t you?

- No.

- Where were you born?

- I was born in Botucatu.

- Gosh! Sorry. What amazing name! Sound like Mallorca. I spent many holidays there. Is it in Spain?

-Mallorca?

-No, the other that you said before…

-No.

-Well… (time)… hence, you’re not Spanish. But is this village located in Catalonia?

- Not exactly.

-Well… (time)… I think that it will not be a problem if we were considering yours answers within EU sample’.

-Okay. Visca Catalonia!

-What?

-Nothing.

Temperatura: 21 ºC
Viento: brisa
Posibilidad de lluvia: 43%
Tipo de lluvia: rápida

domingo, agosto 16

Day 16 - London, London

London, London

I'm wandering round and round, nowhere to go
I'm lonely in London, London is lovely so
I cross the streets without fear
Everybody keeps the way clear
I know I know no one here to say hello
I know they keep the way clear
I am lonely in London without fear
I'm wandering round and round, nowhere to go
While my eyes go looking for flying saucers in the sky (2x)
Oh Sunday, Monday, Autumn pass by me
And people hurry on so peacefully
A group approaches a policeman
He seems so pleased to please them
It's good at least, to live and I agree
He seems so pleased, at least
And it's so good to live in peace
And Sunday, Monday, years, and I agree

While my eyes go looking for flying saucers in the sky (2x)
I choose no face to look at, choose no way
I just happen to be here, and it's ok

Green grass, blue eyes, grey sky (2x)
God bless silent pain and happiness
I came around to say yes, and I say

While my eyes go looking for flying saucers in the sky

(letra del gran Caetano Velloso)




Temperatura: 24ºC
Viento: brisa suave
Posibilidad de lluvia: 0%, un domingo espectacular!

Day 15 - Computer says no

Carol, uno de los personajes que más destacan en "Little Britain", con su gag "computer says no" (video 1), ya trabajó en una empresa de turismo, en uno de los países del tercer mundo: Spain! (video 2). Su personaje es el estereotipo extremo, pero puedo asegurar que la señora de la Biblioteca de mi barrio es igual a Carol. Y su computadora también siempre dice lo mismo.

Video 1


Video 2

viernes, agosto 14

Day 14- David y la tostadora

En la salida de metro Notting Hill, en la primera callejuela a la derecha, David tiene su garito de compra, venda y permuta de CD’s, DVD’s, VHS’s, tebeos y, sobre todo, libros, muchos libros. Verdaderas preciosidades que puedes encontrar por desde una libra hasta siete u ocho, ¡como mucho!

Como suele pasar normalmente con las tiendas, bares, restaurantes, etc., éstos sitios terminan por tomar un poco la forma del dueño del garito en cuestión. A David le gusta el jazz y algo de rock. No escucharás en la tienda otra cosa sino a jazz y algo de rock. David es un poco caótico. Trabaja detrás de una montaña de libros y papeles sueltos. Si pretendes pagarle con tarjeta, tendrás que esperar a que él encuentre dónde ha dejado la maquina de cobro. A veces la encuentra, otras no.

Igualmente, los libros, pese el orden aparente de las “secciones”, también están desperdigados y mezclados. Encontré, por ejemplo, una biografía del camarada Lénin en la sección de autoayuda. Muy apropiado si consideramos que al lado de ésta estaba un libro del Dr. Freud. Otro ejemplo: encontré un manual de teorías y métodos de investigación en ciencias políticas (muy reciente), junto con las novelas negras. Puedes tirar horas allí, escuchando buena música mientras gambusinas en medio al caos.

Pero no debes asustar caso suene la alarma de incendio. A David le gusta desayunar té negro con tostadas y mantequilla. La mantequilla queda encima de su mesa, sobre papeles, tebeos y libros. La tetera, queda ahí también, pero con la diferencia que utiliza el mismo enchufe de la caja. Así, en el supuesto caso de que quieras pagar y él esté calentando el agua, tendrás que esperar. Ahora, ya la tostadora está al fondo. Como faltaba un enchufe, David la metió en la alarma de incendio, con la ingeniosa ventaja de que cuando sus tostadas quedan listas, el timbre –no el más adecuado, es verdad – le avisa.

Temperatura: estupendos 21 ºC
Viento: suave
Posibilidad de lluvia: 68 %

Day 13 - Haciendo amigos

Mi vida en el departamento es la típica de un outsider. Los profesores me tratan bien, propio de la hospitalidad local y de las relaciones públicas académicas. Pero el interés no va más allá de la cordialidad. Aún más en el periodo vacacional. Cada uno de los profesores va a su bola. Cuanto menos trabajo, mejor.

Por otro lado, entre los compañeros doctorandos, hay de todo. Hay los que de entrada, te ven como una amenaza (¿?). Hay los que se interesan y son amables, una minoría. Hay también los que no te hacen caso, la mayoría. Sin embargo, hay también una cuarta categoría, los outsiders locales. Formalmente son doctorandos locales pero, en realidad, ni los propios estudiantes locales los conocen. Y esto puede generar situaciones entre el embarazoso y lo divertido.

Hace unos días, Chang-ho-Hang se acercó a mí y me “ordenó” que abandonara la mesa en la que yo trabajaba tranquilamente. Lo dijo con un fuerte acento asiático, que te deja con la duda sobre el tono del mensaje. El detalle es que allí me puso el jefe del departamento. Le pedí disculpas, dije que no sabía que estaba en “su” mesa. Mal le pedía disculpas el chino ya había puesto su mochila sobre la mesa. Para romper un poco el hielo, le pregunté de dónde él era. Supuse que era chino. Y le dije, ¿eres chino? La respuesta fue un lacónico NO. Se hizo un silencio insoportable.

Chang dejó sus cosas en el despacho y desapareció. Comenté con una colega estadounidense lo ocurrido. Me tranquilizó. Dijo que el tío este estaba un poco, sólo un poco tocado. Al día siguiente, sus cosas ya no estaban más en el despacho. Por nueva orden de mi tutor, volví a “mi” antigua mesa ya que había pasado a ocupar el sitio de un colega alemán, un poco posesivo con su espacio laboral (y vital).

Y así voy haciendo amigos. Espero que el colega Chang no vuelva al despacho hasta finales de octubre. De lo contrario, temo terminar en Comisaría. O peor aún, en urgencias.

Temperatura: 25 ºC
Viento: suave
Posibilidad de lluvia: 87%
Tipo de lluvia: showers.

miércoles, agosto 12

Day 12 – Suicidio (político) asistido

No cambiaria el numero 77B de la calle Calabria por el numero 10 de la calle Downing ni siquiera para chismorrear un poco por allá. La verdad es que la cosa anda muy chunga para Gordon y, seguramente, se costará respirar por allá.

Ayer volvió de sus merecidas vacaciones, después de un año legislativo complicado. Y se encuentra con las meteduras de patas de su “First Secretary of State”, el caricaturesco Lord Mandelson, un Clodovil local, pero con más títulos nobiliarios y mucho más poder de lo que haya tenido en su vida el estilista-político brasileño.

Por suerte, hoy los periódicos se ocuparon en gran parte del atraco a la joyería, excepto uno que puso una foto del desembarque de ayer de Gordon y la recepción que le hizo su Lord 1st., bajo el titular de “suicidio asistido”, algo muy acorde con el ambiente que se respira en el entorno laborista.

Pero parece ser que esto fue algo ligero. Normalmente la prensa no deja Gordon cuidar de la crisis económica en paz. Día sí, día también están preguntando quién será el candidato laborista para las elecciones anticipadas, que ni siguiera están convocadas. Gordon, este personaje entrañable, no figura en ninguna de las quinielas.

Peor, casi a diario, tanto la prensa como todos los partidos políticos, lo que incluí el suyo, someten a Gordon a una especie de interrogatorio estilo “Capitao Nascimento”, por medio del cual quieren que él “pida para salir”. El video abajo ilustra la susodicha técnica.



Pero Gordon es fuerte. Pocos son los que consiguen terminar un doctorado. Él lo hizo. Pocos consiguen entrar para la política sin un sponsor. Él lo hizo. Pocos han sido los escoceses que llegaron a ser primer ministro. Él lo consiguió. Muy pocos aguantan perder una hija prematura y tener otro con fibrosis cística. Pero Gordon, sí. Pocos aguantarían mucho tiempo en el poder con tanta presión. Pero Gordon, …

Temperatura: Osciló de los 9º C a los 22ºC
Viento: Moderado
Posibilidad de lluvia: 123%
Tipo de lluvia: temporal-tropical-inglés, seguido de sol.

Day 11 – Sutilezas del lenguaje

No cabe la menor duda de que la pronunciación es algo importantísimo. Mi caso es conocido. No acabo de aprender a decir las “ces” del castellano. Tampoco puedo con las palabras que traen pegadas “r” con “j”, como la fatídica “jarra” o “torrijos”.

Pero el caso es que uno cuando quiere comunicar se hace entender. Y el contexto pragmático siempre hecha un cable a los apuros fonéticos. O ni siempre. Ayer, iba yo comprar unos papeles que me pidió María. Formato A1. Cartridge paper. Precisamente, pensaba que mi dificultad sería pronunciar este tal “cartridge” y lo confundirían con algo informático. Pero la sonrisa pícara que puso el vendedor cuando le pedí 30 hojas, “sheets”, sin prolongar lo suficiente la “e” denunció algo pero. Dije, literalmente, mierda.

Temperatura: 22,5 ºC
Viento: moderado
Posibilidad de lluvia: 12%, aunque chispeó (como no) por la mañana

lunes, agosto 10

Day 10 - I don't like cricket



Finalmente, el sábado terminó el importante torneo de críquet “The Ashes”, disputado siempre entre Inglaterra y Australia, desde finales del siglo XIX. Llevo días, leyendo en la prensa sobre él e intentando descifrar las reglas de este sofisticado deporte.

Pero entender el críquet es algo complexo hasta para los locales. Está muy cercano a la esfera del imposible. Cuando piensas que lo tiene asimilado, te sorprenden con un “6”. Mejor quedar con “10cc”.

Temperatura: Osciló de los 20 ºC a los 14ºC
Viento: brisa suave
Posibilidad de lluvia: 97,3%
Tipo de lluvia: finita

domingo, agosto 9

Day 9 – (In)visible

Hyde Park, en un domingo soleado

¿Cómo pasar invisible en una ciudad? Pensé que lo mejor sería mezclarme con los locales. Imitar sus hábitos. Frecuentar sus sitios. Alejarme de los puntos turísticos. Pero cuando tienes cara-guiri, siempre habrá alguien – cámara fotográfica en mano -, parándote por Bayswater, Upper St. ó cualquier calle, para pedir alguna indicación. En lo que va de estancia, ya contabilicé más de siete “excuse me sir…” Mejor volver a la visibilidad del turista, que en parte es lo que soy.

Temperatura: 25 ºC
Viento: nulo
Posibilidad de lluvia: 2%


sábado, agosto 8

Day 8 – Química pura


Al no poder trabajar en mi despacho, decidí ir a la Biblioteca de mi barrio. A menos de 0,5 millas de casa, es decir, cruzando el parque que tengo delante está la Islington Central Library. Es bastante pequeñita. Diría que hasta un poco simple, con muebles salidos de un mercadillo de los años 70.

Durante toda la mañana tuve delante mío un amable abuelito que leía el periódico en voz alta. Al final de cada noticia, me llamaba y me pedía disculpas por el ruido. Pensé que él sólo supiera leer en voz alta pero me equivoqué. Cuando él se fue, me di cuenta que hablaba con alguien a su lado. Alguien a quién sólo él veía.

Por la tarde la cosa no fue muy diferente. Después de instalarme cómodamente en una de las mesas del fondo de la Biblioteca, se sentó a mi lado un señor que no se duchaba a algunos meses. Pensé en cambiarme. Quedaría mal. Decidí soportar el olor hasta que el individuo empezó – eso sí, silenciosamente – a expeler otros tipos de olores. Química pura. N2SO4. Una mezcla de nitratos, metano y todo más lo que quepa. Por supuesto, con su toque a huevo podrido gracias al inolvidable ácido sulfhídrico (H2S). Vamos, que allí la maquinaria fermentaba mucho más que a base de beans y bacón.

Cambio de mesa. Salto tres filas. Pero el gas era más estable que una mezcla de helio, argón y criptón. Se extendía más rápido que el butano. Era explosivo y altamente contaminante. Todos sentíamos sus efectos. ¡Hasta aquí los flatos ajenos me han perseguido! Pensé que si no podía vencerlos, quizás debiera unirme a ello. Pufffffffffffffff.

Temperatura: 24 ºC
Viento: nulo
Posibilidad de lluvía: 8%

Day 7 - Autoría y participación

Steiner decía que sólo son válidos los conceptos, en las ciencias sociales, cuando los sometemos a la cruda prueba de la vida como ella es. Sin cualquier atisbo de teoría, lo real va desnudando los conceptos y ratificando, o no, la pertinencia de éstos.

Que Cuba es una dictadura, no cabe la menor duda. Pero también la idea de democracia o de dictadura son conceptos que hasta que nos los vives, no sabes cómo interpretarlos. O los interpretas de una manera diferente de aquellos que viven bajo una u otra condición.

Nora y su marido son cubanos. Vivían en la Isla hasta que ella ganó una beca (¿?) y vino hacer su doctorado en Londres. Compartimos despacho en los últimos dos días. Apenas entablamos conversación. Pocas palabras que no fueron más allá del cordial buenos días y el adiós de rigor. Quizás por el pudor de hablar en español o por una desdicha. O por falta de interés. Ella estudia cultura popular y los medias, un universo que a mi me tiene bastante sin cuidado. Y yo, con lo mío – periodistas, delitos, penas y toda la pesca – tampoco despierto mucho interés en la gente.

Pero cuando hay urgencia, definitivamente nos entendemos de pronto con aquellos que hablan nuestra lengua (¿?), independientemente de intereses compartidos. Maletas en mano, Nora regresaba (ayer) a su país. Allá podrá ahorrar la beca mientras redacta su tesis. A camino del aeropuerto, pasó por el despacho. ¿Cómo llevar todo el material de trabajo a la isla? ¿Cómo burlar la censura?

Censura que deja de ser un concepto cuando la tienes delante de ti, casi siempre vestida de autoridad. Sus compañeros locales no la hicieron mucho caso. Quizás no entendieron o no quisieron entender lo que quería hacer Nora. Estilete en mano, había que cambiar las portadas de los libros por otras, compradas en un mercadillo, que traían nombres de autores autorizados. Escanear ficheros y guardar en pen drivers, con nombres que no augurasen sospechas. Pensar otras maneras de hacer llegar todo a su destino.

Con todo, dónde el concepto de censura se hace valer, burlarlo también representa otro concepto, más cercano a mi universo de estudio. Digo esto porqué he ido dormir con la duda acerca de la tenue línea que separa el concepto de autor del de cómplice en el universo penal. Por ironía del destino, iba yo vestido con la camiseta de una tal Marx mientras ayudaba a Nora.

Temperatura: 12 ºC
Viento: Fuerte
Posibilidad de lluvía: 99,9%
Tipo de lluvia: showers

jueves, agosto 6

Day 6 – Excuse me Luiz, I need to change your sex…if you don’t mind…

Que Pakistán e India son dos ex-colonias británicas no muy amigas es notorio y de dominio más que público. Están juntos. Pero separados por mucho más que una religión. A la mínima, están armando alguna confusión y llamando uno al otro para el ruedo.

Rakesh es hindú. Imran, paquistaní. Trabajan juntos. Pero están separados. El primero es el informático de la Facultad de Ciencias Sociales. El segundo, de la Universidad. A la mínima, andan buscando algún tema con el cual picar uno al otro. De ello, no hay dudas y es notorio.

Sobre las 11h de la mañana, Rakesh, acompañado de mi tutor, llama a la puerta de mi despacho. Entra y me advierte, con una media sonrisa, sobre la poca fineza de los paquistaníes. Al encontrarse con su solicitud para que fuera creado un usuario para mi nombre, al no haber sido mencionado por él si yo era “he or she”, Imran “presumed miss”. Y por ello, en los dos últimos días he sido ante toda la virtualidad académica, Miss Luiz Peres-Neto.

Pero – afortunadamente -, Rakesh ya ha cambiado mi sexo.


Temperatura: osciló entre 9 ºC y 20 ºC
Viento: osciló entre suave y muy fuerte
Posibilidad de lluvia: 97%
Tipo de lluvia: osciló entre tormenta tropical y calabobos

miércoles, agosto 5

Day 5 – Prevención de Riesgos Laborales

Difícil explicar las situaciones pintorescas a que uno se enfrenta en el primer día en un nuevo trabajo. Mi primer empleo fue en la Universidad de São Paulo donde, en mi primer día, rompí una silla – y mis piernas volaron hacia atrás -, delante de unas 20 personas. Por supuesto, hay que añadir el hecho que la silla era nueva, recién desenfundada.

Cuando empecé a currar en una multinacional alimenticia, desmayé en mi primer día. Terminé vomitando encima de mi entonces nueva jefa, a camino de la enfermería. Eso sí, todo dentro de los padrones de higiene.

Ya en mi etapa española, la cosa sólo ha ido a peor (o hacia mejor, según lo veas). Después de una secuencia de empleos no muy recomendables a personas civilizadas, empecé, hace unos años, en una empresa de estudios de mercados. Como no, en mi primer día, rompí, por la mañana, la cafetera, dejando a más de 80 compañeros sin café en los tres días ulteriores.

Pero no sé si esto fue más complicado de lo que usar el baño de los profesores de la UAB –para obras mayores -, y no saber cómo funcionaba el complejo mecanismo de la cadena. Bien es cierto que fue la primera vez que contemplé un váter cuya válvula funcionaba tirándola hacia fuera y no apretándola, pese el hecho de ésta estar pegada a la pared.

Hoy, todo parecía diferente en mi primer día como visiting researcher. Al llegar en mi estación de trabajo, en el despacho que comparto con otros tres becarios locales, me encontré con una hoja que me enseñaba cómo debería sentarme y regular mi silla. Bien es cierto que, por anteriores experiencias, ya estaba preparado para ello. Además, en la misma octavilla, me indicaban el teléfono de la enfermería y algunos cuidados básicos con la salud en el verano, cosa que también ya lo tengo más o menos incorporada.

Llegué algo temprano. Me pareció raro no encontrarme con nadie, ya que pensaba que los ingleses empezaban su jornada laboral sobre las 9h. A las tantas, oí cuatro pitidos. Pensé que era la señal, como en el pateo de colegio, para los alumnos. Pero el pitido persistía, un poco más intenso.

El edificio es muy (post)moderno. Prácticamente todas las paredes son de cristal. Miré por encima del ordenador y, en el despacho de delante, un profesor trabajaba, ajeno al ruido. Pensé, “tú a lo tuyo”. Pero el pitido sólo hacia aumentar. Me mantuve firme, concentrado en lo mío. A más ruido, más firmeza. Unos 15 minutos después, alguien pica la puerta y me advierte que tengo que abandonar “immediately” el edifico. ¡Que suena la alarma de incendio!

Okay, mi despacho está en la ultima planta, la sexta. Pero he sido el último a salir del edificio. Del otro lado de la calle, todos los profesores, becarios y el personal administrativo esperaban un poco asqueados. Cuando alguien incumple las instrucciones de prevención de riesgos laborales y tarda más de 5 minutos en abandonar el edificio, es recibido con una sonora salva de palmas. Y ello porque el test no es considerado valido y tocará repetirlo algún día, en breve. Quizás este no sea el método más apropiado para hacerse conocer en la Facultad de Ciencias Sociales.

Temperatura: 23 ºC, con cielo despejado.
Viento: ninguno
Posibilidad de lluvia: 10%

Day 4 – An Irish gentleman



Sí, indudablemente lo real nos agrede hasta cuando no nos damos cuenta. Ha más de 9000 años atrás, una combinación un tanto cuanto ecléctica de etnias, empezó a hacer vida en la isla que vendría a ser llamada de Irlanda. Hasta un tal “Milesius de Hispania”, se piró de lo que era la Iberia Románica para hacer vida por allá.

En mi pacata existencia, lo único referente cultural que tenía de Irlanda era su pifia participación en el Mundial de Fútbol de 1990, James Joyce (que nunca leí) y Oscar Wilde (otro que tampoco he leído). A parte de esto, ninguna información adicional, ni siguiera del proceso de Uslter y del conflicto en la vecina Irlanda del Norte. Vamos, que lo último que esperaba era encontrarme con un Irlandés.

Me preparé con ahínco para mi primera reunión con mi tutor. Recopilé información sobre su obra académica. Revisé mi tesis y proyecto. Leí sus publicaciones y artículos. Preparé un guión para la conversación. Sin embargo, todo ello no me sirvió para nada.

Con todo, no sabría calificar el resultado de mi reunión. Por un lado, me sorprendió una cálida e informal recepción. Él mismo hizo de cicerone en un tour por la universidad, me providenció un carné que me permitirá superar todos los cacheos y controles de seguridad sin mayores dificultades, me entregó las llaves de un despacho (que compartiré con otros doctorandos), un ordenador e hizo la gestión para que yo pueda disponer de un “usuario” y de una “contraseña” de red. Igualmente, me enseñó la Biblioteca y contó la historia del edificio y de las inmediaciones. Desde el bar donde Marx tomaba unas cañas hasta los restos de uno de los bombardeos de la II Guerra Mundial.

Difícil - por no decir imposible - fue mantener una conversación entablada en el resbaladizo terreno de las comparaciones entre Irlanda y Catalunya. Peor aún cuando unos de los interlocutores desconoce ambos temas y sufre para descifrar el acento irlandés del otro interlocutor. Más exorbitante aún es darse cuenta que uno sustituye la interjección “then” por “doncs”, en un inglés sufriblemente (no)fluido.

Temperatura: 17 ºC
Viento: Alternando rachas fuertes con una brisa suave
Posibilidad de lluvia: 88%
Tipo de lluvia: calabobos

martes, agosto 4

Day 3 – Did you not saw that’s a sealed area?

Caminando se hace el camino. Como en un teste previo, decidí hacer hoy, a la misma hora y en las mismas condiciones, el camino que tendré que recorrer mañana. De casa a la Universidad. Cosa de quien no tiene mucho lo que hacer o que busca lo que hacer. Bajo la Upper St. Hay sol y mucha gente caminando. Miro el autobús 4, que quizás podré usar en los días de lluvia, es decir, casi a diario.

La bajada es suave. Hay muchas plazas, tiendas y, sobre todo, bares. Cruzo un semáforo. Por delante, una hermosa placita. Veo que la gente me mira. Pero nadie camina, excepto un poli que viene hacia mi dirección. Disimulo. Pongo cara de güiri, lo que no representa una gran dificultad interpretativa.

The policeman se interpone delante de mí. Intento girar el cuerpo suavemente a la izquierda, siguiendo el movimiento de los coches, como si no fuera conmigo la cosa. Pero los coches están parados. En realidad todo está parado. Un poco subido de tono - nada comparado a los elementos represores españoles - el guardia me dice algo incomprensible.

Pongo cara de lástima. Frunzo las cejas. Le pido perdón, dijo que no soy un local. Definitivamente ésta no es una buena estrategia. Sólo empero las cosas. El oficial estira su brazo y me señala, imbuido de si mismo, aún más efusivamente, como si yo fuera sordo o gilipollas. O las dos cosas a la vez. La placita está, en realidad, completamente tomada por policías y acordonada. Algo pasó. Lo que no sé es cómo yo pasé.

Espero que mañana, en mi primer día de faena, no tarde tanto en llegar al trabajo.

Temperatura: 19 ºC
Viento: una brisa suave
Posibilidad de lluvia: 17%

lunes, agosto 3

Day 2 – How did you spell Botucatu?

El día se presentaba tranquilo. Deshacer las maletas, ordenar la habitación, comprar una tarjeta para el móvil, comprar comida y poco más. He podido, incluso, aprovechar el solecito mientras corría unos 4 kilómetros alrededor del parque que está al lado de casa.

Todo caminaba bien, demasiado bien. Al llegar a la tienda Vodafone, pude comprar la dichosa “SIM card”. Extrañamente, no me pidieron ningún documento. Ni el numero del pasaporte. Una vez realizada la compra, la amable vendedora – ante mi torpeza guiri -, me preguntó si quería que ella me activara algo como una promoción que me permitiría llamar a España por "increíbles 15 p", en sus palabras, a lo que dije inmediatamente que sí.

Al sentir mi rotundo sí, me inquirió la vendedora si también, de paso, quería que ella registrara el numero del móvil, recordándome que sólo tendría una semana para hacerlo. Obviamente, le dije que sí a esto también.

Todo iba bien. Empieza a preguntar mis datos. Nombre, apellidos, fecha de nacimiento, …hasta que me pregunta mi ciudad natal (town of your birthday?). Dudé. Y mucho. Le devuelvo la pregunta añadiendo si ella preguntaba por mi nacionalidad a lo que ella me contesta con la obviedad de que no, de que quería saber la ciudad. ¿Qué hacer? Le digo São Paulo, pensé. Pero, ¿y si me pide el pasaporte para confirmar la información?

La verdad puede doler. “I was born in a small village named Botucatu”, le digo, medio riéndome a lo que ella se espanta y me pregunta si “éste sitio” está cerca de Barcelona. “Well, not exactly… only 11,000 km far away”. “Gasp! Could you spell it for me?”

Temperatura: 19 ºC
Viento: suave
Posibilidad de lluvia: increíbles 30%

domingo, agosto 2

Day 1 – Exótica civilización

Nigel Barley se doctoró en antropología social en Oxford. Posteriormente, allí trabajó unos años. Relata que su carrera iba bien, pese un detalle. Era el único investigador de su departamento que no había salido de viaje. Peor aún para un antropólogo: no había conducido ninguna investigación de campo en sitios muy valorados por sus colegas, como África, Amazonas o Ásia. Ante la presión social, se declinó por estudiar a los dawayos, en Camerún, metido en una choza de barro.

La gran singularidad de los dawayos es el hecho de que no se adaptan a ninguna norma social. Bien es cierto que no he venido a ningún sitio inhóspito, ni soy antropólogo, ni siquiera he sido obligado a hacerlo, pero tengo que decir que normas, por aquí, no faltan. Por ello me ocurre la duda: ¿qué haría una dawayo si estuviera aquí?

Ciertamente se saltaría la cola de la inmigración. Una hora y media de espera por un sello en un pasaporte es demasiado, aunque creo que un dawayo ni siquiera viajaría con un pasaporte. Mucho menos soportaría el orden implícito del metro. Todos caminando por la izquierda, dejando los que tienen prisa pasar por delante. Tampoco creo que soportaría la excesiva cantidad de placas advirtiéndole para tener cuidado con el escalón de delante, que uno tiene que cruzar la calle por el paso de zebras, que no debes hablar alto, que tienes que tener cuidado con el agua “muy caliente” del grifo, … definitivamente – pensaría el dawayo -, ésta es una civilización muy exótica.

Temperatura (en la llegada): 10 ºC
Viento: “frequito”
Posibilidad de lluvia: 120%

PD: Después de su trabajo de campo en Camerún, Barley abandonó la carrera académica. Hoy, escribe ensayos y trabaja en el Britsh Museum.