martes, septiembre 8

Day 39 – El chipriota y su cortaúñas

Dimitrius Nicoláidis llegó hoy por la mañana. Apresuradamente se presentó. Estuve a punto de preguntar si él era turco. Por suerte no lo hice. Los turcos están para los chipriotas así como los argentinos están para los brasileños o como los chinos para los japoneses.

Pasadas las 2 de la tarde, Chang el simpático surcoreano a quién pregunté, en su día, si él era chino, llegó al despacho. Debo reconocer que mi relación con él mejoró bastante. Es hasta un tipo simpático, pese el hecho de ser un poco posesivo con su espacio.

Por entonces, Dimitrius terminaba de comer y Chang se puso a degustar unos donuts. Como es sabido, culturalmente, gran parte de los asiáticos comen con la boca abierta. Igualmente, están acostumbrados a sorber la comida aunque esta no sea liquida. Además, un asiático de verdad no sólo come con las manos como, además, al terminar, chupa los dedos, uno a uno.

Mi mesa – la que un día fue de Chang -, está ubicada de tal manera que tenía a los dos delante de mí; ambos estaban sentados lado a lado.

Yo seguía a lo mío, intentando no escuchar las onomatopeyas producidas por el colega surcoreano. Con naturalidad, una vez finalizada su comida, el chipriota se pone a cortar las uñas. Vamos, algo muy adecuado para hacer en el trabajo. Más aún si tu compañero de al lado está comiendo.

La visión de ambos, en estas circunstancias, fue algo digno de una comedia esperpétinca.

Temperatura: 24 ºC
Viento: casi nulo
Posibilidad de lluvia: 8%, un día veraniego, ¡por fin!

1 comentario:

Anónimo dijo...

Qué asquitooooooo!!!! Yo lo máximo que he tenido que sufrir en un despacho son los pedos o eructos de alguien. No diré de quien... (en mi vida académica he trabajado en varios despachos).
Besos!
cuanti