Iba con mi camiseta de los hermanos Marx, aunque creo que esto no tuvo ninguna influencia. Nuestro profesor de inglés faltó y el sustituto es un viejo conocido. Nadie lo soporta. Ya habíamos tenido otras dos clases con él en el pasado. Es el típico señor de mediana edad que se pone a hacer bromitas a las chicas y a intentar hablar de deportes con los chicos. Pobre, lo tiene chungo. Primero, porque hay muy pocas chicas en mi clase. Segundo, porque los chicos pasamos bastante de hablar de deportes. El caso es que, dada la sustitución no avisada, el malestar en la clase era grande. Y fue a peor cuando nos dimos cuenta que, como de costumbre, Nígel (el sustituto) no había preparado la clase. Pasados 30 minutos de puro rollo, él nos dijo que iba hacer unas fotocopias. Mientras, que leyéramos un texto. Esperé a que él saliera. Me certifiqué de que él ya había bajado las escaleras y propuse a mis compañeros (éramos siete), que fuéramos al Pub de la esquina. Seguiríamos perfeccionando el inglés, pero sin el plasta del sustituto. Moción aprobada por unanimidad. En bloque, nos fugamos. Pasamos las siguiente hora imaginando la cara que puso Nígel al encontrar el aula vacío.
Temperatura: 17 ºC
Posibilidad de lluvia: 12%
Viento: Fuerte, muy fuerte.
sábado, septiembre 26
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